El gobierno colombiano insistió este miércoles en desconocer la existencia de presos políticos o de guerra en el país, con lo cual mantuvo su negativa de que los insurgentes encarcelados sean visitados por un grupo humanitario.

“En Colombia no hay presos políticos”, dijo el ministro de Justicia, Juan Carlos Esguerra, citado por una radioemisora local, en respuesta a la pacifista brasileña Socorro Gomes, para quien el gobierno debe garantizar los derechos de esas personas.

Gomes, presidenta del Consejo Mundial por la Paz, sostuvo que en Colombia sí existen presos políticos porque hay un “conflicto político de más de seis décadas”.

Para la pacifista brasileña, una de las veedoras para la liberación de los últimos 10 uniformados retenidos por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), significó que ese grupo guerrillero cumplió con esas entregas.

“Ahora le corresponde al gobierno colombiano un gesto para lograr una negociación política al conflicto”, apuntó Gomes, en referencia a que se permita a un grupo humanitario visitar a los guerrilleros presos en el país.

“Las FARC cumplieron con lo prometido, es un paso importante para el camino de la paz”, subrayó la brasileña.

Sin embargo, Esguerra indicó que en su país no hay “nadie privado de su libertad por sus convicciones políticas o religiosas”.

El titular reiteró así su determinación de no autorizar al grupo de la sociedad civil Colombianos y Colombianas por la Paz, liderado por la pacifista y ex senadora Piedad Córdoba, a visitar a los miembros de la insurgencia presos.

En tanto, las FARC refirieron recientemente -en medio de los preparativos para las liberaciones- que verían como un gesto positivo que el gobierno permita esas visitas.

“Sólo hace falta que el presidente Juan Manuel Santos permita la visita humanitaria proyectada por Mujeres del Mundo por la Paz a los prisioneros políticos y de guerra en los centros de reclusión del país”, señaló en su momento la insurgencia.

Para la guerrilla resulta un contrasentido que el gobierno niegue la existencia de estos solo para obstruir dicha visita, cuando las autoridades penitenciarias reconocen que hay 15.000 prisioneros políticos en Colombia.

El pasado 6 de marzo Esguerra retiró el permiso que concedió a Córdoba para que visitara a guerrilleros presos.