Escrito por FCSPP
jueves, 10 de septiembre de 2009
Colombia.
Tres defensores y defensoras de Derechos Humanos pertenecientes a la Fundación Comité de Solidaridad con los Presos Políticos fueron victimas de persecución, intimidaciones y amenazas de muerte contra su vida en el Departamento del Atlántico.
El día de ayer 9 de septiembre de 2009 a las 8:20 a.m., aproximadamente, MARÍA CEDEÑO SARMIENTO funcionaria de la seccional Atlántico del FCSPP, se dirigía a la catedral católica de la ciudad de Barranquilla donde se celebraría una eucaristía en conmemoración del día nacional de los derechos humanos, cuando fue abordada por dos sujetos que se transportaban en una motocicleta de color gris, marca Auteco de placas que empiezan con las letras MLX y cubrían sus rostros.
Ante la agresión la defensora de Derechos Humanos dio gritos de auxilio a los que asistieron de inmediato jóvenes de un lavadero de carros y el supervisor de vigilancia, acción que frenó los hostigamientos de los agresores quienes se dieron a la fuga.
Tras el hecho la defensora de Derechos Humanos se comunicó con el Sargento Cassiani, encargado de realizar seguimiento a las medidas cautelares, quien sostuvo que era posible que fuera un atraco.
- “Creo que las condiciones en las que ocurrió el hecho daba las posibilidades a los agresores para ejecutar el atraco, empero los agresores no intentaron tal acto, aún cuando yo portaba un bolso que bien pudieron haber tomado." Afirmó la defensora María Cedeño, ante lo sostenido por el señor Cassiani.
El mismo día 9 de septiembre, un segundo hostigamiento se presentó, en la misma ciudad, aproximadamente las 10 a.m contra la defensora de Derechos Humanos Saskia de Río, quien también pertenece a la Fundación Comité de Solidaridad con los Presos Políticos en su seccional Atlántico.
Los hechos ocurrieron cuando, a la altura de la carrera 19 con la calle 45 G, se percató que venia siguiéndola una moto de color negro en la que se movilizaba un hombre de contextura gruesa que portaba un casco negro y gafas de sol oscuras.
La moto se a cercó tanto a Saskia Del Rio que la obligó a subir a una acera y huir caminando rápido hacia un grupo de personas que se encontraban cerca. El hombre la siguió muy despacio mirándola y llegó hasta la esquina de la carrera 19, allí se detuvo y se devolvió para dirigirse nuevamente a donde se encontraba SAZKIA DEL RIO pasando en la moto muy despacio y mirándola de manera intimidatoria, siguió derecho hasta la esquina contraria, dio la vuelta nuevamente y volvió a dirigirse hacia donde ella se encontraba, pero antes se detuvo saco del bolsillo de la camisa lo que parecía ser un celular, lo miro, lo guardo, encendió la moto y paso nuevamente mirándola, llegó a la esquina nuevamente de la carrera 19, allí paro unos segundos volteó a mirar hacia donde estaba la defensora de Derechos Humanos y se fue.
El día 10 de septiembre del 2009, DEIVID FLOREZ miembro del área jurídica de la seccional Atlántico de la Fundación Comité de Solidaridad con Los presos Políticos, en momentos cuando se encontraba en una reunión con la relatora de Naciones Unidas para los defensores de derechos humanos, recibió una llamada telefónica de su madre quien le informaba que desconocidos había llamado vía teléfono a su casa y que le habían dicho a su hermano menor, quien levanto la bocina, “dígale a su hermano que se cuide que esta vez sí lo vamos a joder”. Antes de proferir la amenaza, el desconocido había preguntado dónde se encontraba DEIVID, a qué hora llegaba, a qué horas había llegado la noche anterior y otros datos.
En días anteriores El Defensor de Derechos Humanos había recibido llamadas sospechosas, de personas que se identificaban como funcionarios de bancos y le preguntaban datos personales, así como también datos de sus familiares más cercanos. Además, vehículos extraños habían estado rondando su casa y en una ocasión fotografiaron a su madre y a la casa.
Ante estos hechos la Fundación Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, hace las siguientes solicitudes al Estado de Colombia.
1. Garantías reales y respeto al derecho a defender los Derechos Humanos de la población civil de su país.
2. Que la fiscalía investigue, con la objetividad e imparcialidad que la justicia requiere, los actos de agresiones, señalamientos y todo el aparato en pro de perseguir y asesinar a los defensores de derechos humanos en Colombia.
3. Que las autoridades encargadas de la protección tomen en consideración estos hechos para evaluar la eficacia de las medidas de protección con las que cuentan los miembros de la seccional Atlántico.
4. Al Estado colombiano que adopte las medidas necesarias para combatir en el departamento del Atlántico a las personas o grupos de personas que atentan contra la vida e integridad de los defensores de derechos humanos en éste Departamento.