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27/04/2012

«En las comunidades ancestrales donde la explotación de petróleo está a escasos metros -como es el caso de Angosturas (Tame)-, los indígenas no pueden trabajar la tierra porque los cultivos ya no producen» Marnelly, estudiante U’wa del Centro Educativo Tutukana Sinaiaka, en castellano es Centro de la Sabiduría.

Desde que inició la explotación petrolera en Arauca, los campamentos y maquinaria se han instalado en territorios que habitaban comunidades indígenas de esa región de la Orinoquía colombiana, lo que causó el desplazamiento y despojo de las mismas.

La empresa OXY. intervino la laguna del Lipa desde los años 80, causando un enorme daño a este ecosistema que para el pueblo Sikuani era su santuario natural, allí encontraban su alimento, cazaban, pescaban y realizaban sus actividades sagradas y ancestrales. Por esta razón, los indígenas catalogan la extracción del petróleo como la muerte de la madre tierra, que para ellos es su hogar, ver  http://www.omal.info/www/IMG/pdf/Dictamen_Audiencia_Petrolera_TPP.pdf, pág. 6.

En el mismo sentido se pronuncia el pueblo U’wa, en especial sus mujeres: según Martha Cristancho Bócota, líder de la comunidad de Playas del Bojabá del resguardo Valle del Sol, municipio de Saravena «la explotación petrolera ha afectado a los pueblos indígenas de Arauca porque nos han quitado el territorio ancestral, éste ha sido reducido y ya no podemos salir de él, porque los recursos están escaseando y la pesca y la caza ya se están acabando»

Martha es gobernadora de su comunidad y asegura que «los indígenas rechazamos totalmente a las compañías multinacionales que extraen el petróleo, porque las riquezas, los recursos naturales deberían quedarse para Colombia, no deben llevárselos para otros países, por que los colombianos seguimos en la guerra, en la violencia, los niños son muertos»; en este caso la líder U’wa recuerda la violencia usada por parte de la fuerza pública contra los campesinos, los indígenas, sectores y organizaciones sociales que protestaban en el año 2000, en Gibraltar-Norte de Santander y Cubará -Boyacá, contra la explotación del petróleo en territorio ancestral, dejando como resultado la muerte de 3 niños: «nosotros los indígenas somos los primeros que llegamos a esta tierra, a la serranía, defendiendo los derechos y todo, pero nos siguen amenazando, acusando de terrorismo… Ahora que vienen por el agua para privatizarla, entonces, ¿Dónde estamos?, ¿Dónde quedamos los pueblos indígenas para reclamar nuestros derechos? exigimos que nos respeten».

El pueblo U’wa es de tradición oral, así se transmite de generación en generación su cultura y cosmovisión. Por eso Celina Marleny Machado Tegría, gobernadora estudiantil del Centro Educativo Indígena Tutukana Sinaiaka e integrante de la comunidad de Cerro Alto (Fortul), manifestó: «según lo que me han contado mis abuelos, el petróleo es realmente madre de i’ka kajka, como se le dice en nuestra lengua a la tierra, cuando sacan el petróleo ella se va debilitando y eso es llegar a un final».

Esta joven líder también demanda que se respete no sólo los elementos naturales como el petróleo, sino también su propia existencia como pueblo: «el accionar del Estado a través de sus fuerzas militares disminuye a los pueblos indígenas».

Frente a la explotación petrolera, también nos expreso su opinión otra de las estudiantes indígenas de Tutukana Sinaiaka, Leidy Carolina Salazar Cristancho: «en las comunidades de mis compañeros se puede observar el daño que causa la extracción de petróleo, se pierde la naturaleza, existe el temor que en comunidades como Playas del Bojabá saquen también el petróleo porque es algo que para nosotros tiene mucho valor».

Leidy argumenta que no está de acuerdo que empresas de otros países sean las que exploten el petróleo, porque ellas desconocen su significado para el pueblo U’wa y los daños que causa, no tienen sino la visión económica. Referente a la pobreza que deja la extracción de hidrocarburos, complementa: «han desarrollado un mal manejo de los recursos, y para ellos, los pueblos milenarios, la producción agrícola se dificulta por que el petróleo da mucha riqueza a las plantas».

María Ligia Uncacia, directora de Tutukana Sinaiaka, denuncia que la explotación del petróleo ha significado un genocidio para las comunidades U’wa, porque considera que el petróleo y la naturaleza fue lo que Sira (dios) dio al pueblo U’wa y al hombre blanco para que permanezcan en el territorio. Por eso, «la protesta que en estos momentos realizamos junto con las comunidades campesinas y las organizaciones sociales es justa por que debe prevalecer la vida por sobre todas las cosas».

 

Tomado en Notiagen

 

Author
Notiagen