Para hacer olvidar el conflicto con los trabajadores, la Pacific cambió su logo, financió la Selección Colombia y un Abierto de Golf y comenzó a pautar masivamente. También a financiar eventos de periodismo como un foro con periodistas extranjeros organizado por Semana para festejar sus 30 años. Esta estrategia de imagen le será muy útil a la empresa cuando en el 2014 el Gobierno tenga que decidir si le prorroga o no la concesión.

El Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar es el más reconocido del país. La presidente del jurado, María Elvira Bonilla, la tendrá difícil después de que hoy Blu Radio contó que el medio que ella dirige, Kien&Ke, había sacado al columnista Daniel Pardo por contar, entre otras cosas, que el portal publicó reportajes pagados por Pacific Rubiales. Más allá de lo polémico de este caso y de la aún más polémica e imprecisa explicación de Kien&Ke, ese no es el único medio cuya cobertura ha sido “Pacificada”.

Al principio de este año, una agencia de medios que le maneja la pauta a Pacific Rubiales llamó a La Silla para comprar una historia positiva sobre la petrolera y su responsabilidad social. Cuando La Silla dijo que no vendía sus notas, y menos sin alertar al lector que eran publireportajes, se mostraron extrañados dado que otros medios sí lo hacían. Daniel Pardo dice en su columna que Kien&Ke sí lo había hecho y la revista no desmintió este punto. La Silla llamó a Bonilla pero no pudo hablar con ella.

La Silla Vacía no pudo verificar si otros medios donde pauta Pacific millonarias sumas también han cedido a la tentación. Es posible que la mayoría simplemente se vean inclinados a contar las noticias positivas sobre su anunciante sin que les paguen específicamente por esas historias o que publiquen sus comunicados tal cual sin confrontarlas con otras versiones. Algunos, como El Espectador, a la par con las historias positivas ha publicado otras negativas. Pero lo que sí es un hecho es que en todos los medios tradicionales y algunos nuevos como Kien&Ke y Confidencialcolombia.com, Pacific ha tenido un tratamiento privilegiado.

Entre julio y octubre de 2011, Pacific sufrió una cobertura muy negativa por las protestas de trabajadores en el campo Rubiales y decidió darle un vuelco a su estrategia comunicativa que apuntó a “colombianizarse”. Cambió su logo, financió la Selección Colombia y un Abierto de Golf y comenzó a pautar masivamente. También a financiar eventos de periodismo como un foro con periodistas extranjeros organizado por Semana para festejar sus 30 años.

La estrategia funcionó y su nueva imagen -producto de la pauta pero también de la avalancha de noticias periodísticas positivas sobre su gestión- le será muy útil a la empresa cuando en el 2014 el Gobierno tenga que decidir si le prorroga o no la concesión sobre el campo Pacific Rubiales. Este año, con contadas excepciones, las historias sobre Pacific fueron altamente positivas. Las fuentes se limitaron a los altos funcionarios de la petrolera incluso cuando involucraban a funcionarios del gobierno como el Superintendente de Sociedades o el Vicepresidente; cualquier noticia positiva sobre Pacific tuvo amplia tribuna (La W divulga casi todos los días los comunicados de Pacific); cuando Bloomberg dijo que la ANLA le había negado una licencia para hacer exploraciones, la rectificación de la empresa fue ampliamente divulgada.  Y temas como la investigación de la Dian o de la Contraloría o los problemas laborales han tenido una mínima cobertura.

Para ver el seguimiento que hizo La Silla al cubrimiento mediático de Pacific Rubiales en los últimos tres años y que muestra la evolución que ha tenido desde el 2008 haga click acá.

Nota de la editora: después de publicada esta nota, la Fundación Nuevo Periodismo aclaró que el taller mencionado inicialmente en la historia fue cofinanciado por la Fundación Pacific Rubiales en el 2009, mucho antes de que la empresa empezara la estrategia de la que trata esta nota. Desde entonces, nunca más ha recibido apoyo de la petrolera. Por lo tanto, lo retiramos del artículo.

Articulo tomado de La Silla Vacia, 22 de octubre del 2012.