GILBERTO TORRES MARTINEZ, es un dirigente de la Unión sindical obrera – USO, hoy sometido al exilio luego de haber sido secuestrado por más de cuarenta días por paramilitares del Casanare. La privación arbitraria de su libertad por parte de la estructura criminal al mando de Martín Llanos se produjo el 25 febrero de 2002 cuando salía de la Estación El Porvenir hacia su lugar de residencia. GILBERTO fue sometido a vejámenes físicos y sicológicos durante su cautiverio.
Más de nueve años después, están siendo juzgados por estos hechos cuatro personas, entre ellas HECTOR BUITRAGO, de quien se dice formaba parte del Estado Mayor de la estructura paramilitar que opera en el Meta y Casanare (Autodenominadas – ACC). La audiencia de juzgamiento en su contra inició el 24 de Octubre de 2011, en desarrollo de la cual, el ex comandante paramilitar JOSUE DARIO ORJUELA conocido con el alias de SOLIN, señaló bajo la gravedad del juramento que este hecho criminal se perpetró por solicitud de directivos de las petroleras OCENSA y ECOPETROL.
Ante la Juez 10 penal del circuito especializada de descongestión OIT, afirmó alias SOLIN que las empresas le pidieron a la Organización paramilitar que asesinaran y desaparecieran a GILBERTO TORRES MARTINEZ; que sin embargo, dicha decisión fue reversada por presión de los medios de comunicación, la Cruz Roja Internacional y diversas ONG que exigieron se le respetara la vida al dirigente sindical.
Sobre el móvil del hecho, dijo que tenía relación con su condición de sindicalista, porque siempre estaba en desacuerdo con las políticas laborales de ECOPETROL y por las manifestaciones y paros que se realizaban en la región. Igualmente afirmó que por el homicidio y posterior desaparición de GILBERTO TORRES, los directivos de las petroleras señaladas pagaron más de 100 millones de pesos y que estas empresas pagaban anualmente “vacunas” a la organización criminal.
Lo dicho por JOSUE DARIO ORJUELA fue confirmado con la versión de CARLOS ANDRES LOPEZ GARAY, uno de los implicados en el hecho, quien manifestó que su comandante le decía que a GILBERTO “tenían que cuidarlo porque era muy sindicalista”
Estas manifestaciones, que deben ser profundizadas por la Fiscalía General de la Nación, evidencian una vez más la alianza criminal de un importante sector de la economía nacional como lo es el petrolero, con los paramilitares, para minar la organización sindical y la tradición de lucha de los trabajadores colombianos.
A la fecha no existe ningún condenado por los delitos que se cometieron contra GILBERTO TORRES MARTINEZ. Una vez terminada la audiencia pública de juzgamiento la Juez de conocimiento deberá adoptar una decisión conforme al caudal probatorio recaudado.
Fundación Comité de solidaridad con los presos políticos, Bogotá D.C. Octubre 25 de 2011