Agosto inició con jornadas de movilización a nivel nacional convocadas por la Federación Colombiana de Educadores (FECODE), que viene exigiendo el cumplimiento de los acuerdos establecidos con el Gobierno Nacional en las negociaciones del mes de mayo. Las directivas sindicales manifestaron su intención de articularse a un paro nacional definido ya desde otros sectores.

En la capital caucana también se vivió la protesta, donde centenares de docentes se convocaron para exigir el respeto de la salud como derecho fundamental. Según los manifestantes la crisis del sector salud ha provocado el detrimento en la prestación de los servicios médico asistenciales para los educadores y sus beneficiarios. La gravedad de la situación ha provocado en varios casos la agudización en las dolencias de salud, incluso la muerte.

Por otra parte, la dirigencia magisterial denuncio el no pago de las deuda que el Ministerio de Hacienda mantiene con el Fondo de Prestaciones Sociales del Magisterio que suma más de 80 billones de pesos, por lo que hay represados más de 15.000 procesos en cesantías y pensiones.

En razón a lo anterior, Fernando Vargas presidente de la Asociación de Institutores del Cauca (ASOINCA) ve necesario el fortalecimiento de los lazos de unidad con quienes vienen luchando en favor de los sectores populares para frenar la privatización de la salud y exigir que este derecho sea garantizado por el Estado para todos los colombianos.

Por último, Vargas indico a Colombia Informa que bajo las orientaciones emanadas de las últimas asambleas del sindicato se acordó la coordinación con otros sectores populares y la posible vinculación al paro nacional en el mes de agosto. “Esto requerirá un acuerdo base que permita condensar las reivindicaciones en un pliego único de exigencias para ser presentado al Estado colombiano”.