Noviembre 20 de 2014
Los últimos acontecimientos alrededor del conflicto armado que vive nuestro país, han dejado ver el discurso mentiroso del gobierno nacional, bajo el cual pretende que sus insensatas reglas de juego sean solo aplicables contra el pueblo alzado en armas. Gran alboroto ha generado la retención del general Alzate, mientras los soldados capturados en combate poco o nada le importó al establecimiento, lo que demuestra el carácter clasista burgués que sostiene a las fuerzas militares del país.
Por esto, el ejecutivo decidió suspender los diálogos de paz en la Habana – Cuba, la esperanza de todo un pueblo para superar las graves situaciones de desigualdad y falsa democracia, en la que está sumida la nación, reflejo así de una no voluntad de acuerdo por el gobierno.
Los medios oficiales de comunicación manipulan tal hecho, para exigir una liberación unilateral del oficial militar, bajo la premisa de gestos de paz y no trasgresión a un compromiso adquirido por las FARC-EP.
Lo anterior se cae por su propio peso, basta señalar los pasados ceses al fuego unilaterales y liberaciones de prisioneros de guerra en manos de la insurgencia; aún a costa de combatientes farianos asesinados.
Mas estos medios, no señalan que el gobierno nacional en su soberbia ciega, hasta la fecha no ha dado una sola manifestación humanitaria, como gesto de voluntad de paz y reconciliación para con su contraparte en el marco de la mesa de negociación de la Habana, donde están sentadas las partes de igual a igual.
Partiendo de la línea anterior no se entiende cómo el ejecutivo no facilitó el traslado a Cuba, de un prisionero de guerra para que conformara la comisión de víctimas y leemos la aceptación de este obstáculo, como la expresión de la voluntad de la FARC de seguir adelante con los tiempos de la mesa.
Aun así, el establecimiento sigue negando la existencia de los presos políticos y prisioneros de guerra, campesinos, líderes sociales y populares, intelectuales, líderes estudiantiles e insurgentes, en situación de hacinamiento, inasistencia en salud, condiciones de vida infrahumanas sometidos a hechos de tortura y degradación de la dignidad humana. Seres humanos en condiciones de vulnerabilidad lisiados, heridos, con enfermedades terminales, sin medicamento esencial, sin tratamiento médico alguno, sin alimentación adecuada, por solo dar algunos detalles.
Se hace imprescindible la exigencia al gobierno nacional de manifestaciones de paz a través de actos humanitarios y cese bilateral al fuego en la inmediatez del tiempo.
Que las manifestaciones de voluntad de paz sean ahora de la contraparte, permitiendo una solución inmediata para los presos políticos y prisioneros de guerra en grave estado de salud y condiciones de enfermedad en general.
La paz pasa por la libertad de los presos políticos y prisioneros de guerra
Paz con justicia social, democracia y soberanía
Presos políticos y prisioneros de guerra ERON Picota Bogotá