Después de una reunión de Juan Manuel Santos con la bancada del Partido de la U, el gobierno vacila y producto de los nervios trata desesperadamente de evitar las gigantes movilizaciones para el día de 10 de noviembre.

Santos, con el mismo discurso que ha mantenido durante las últimas semanas, en el cual hace una serie de señalamientos a quienes se mantienen en paro, llamándolos minoría entre otras cosas, y hablando de las supuestas bondades de la reforma a la educación superior, comienza a temer de las movilizaciones sociales haciendo un llamado, producto de la desesperación, a retomar las clases sin asumir que está completamente equivocado y sin escuchar las razones que en más de un escenario abierto ha expresado la comunidad universitaria nacional en su conjunto.

Santos trata de hacer un chantaje diciendo que pensaría la posibilidad de retirar el proyecto de ley si el congreso se lo permite (¿?) y si se levanta el paro mañana mismo con la argumentación de que una mayoría, entre ellos el sobrino de Juan Manuel, se sienten afectados con el cese de actividades y de que no ha habido suficiente pedagogía para que el estudiantado le crea al gobierno y no a quienes defienden un país donde la educación sea un derecho y no una mercancía.

Los congresistas del Partido de la U el día de ayer ya mostraban síntomas de derrota puesto que no fueron capaces de hacer una sola ponencia a favor de la reforma diciendo, de manera demagógica, que necesitan escuchar a la contraparte, ya que se quedaron sin argumentos, los cuales sistemáticamente, con la fuerza de la razón, han sido destrozados en cada uno de los foros y espacios de discución por parte de los congresistas de oposición, rectores, profesores y estudiantes.

Cumpliendo su lamentable papel de siempre,  los grandes medios de comunicacion tratan de confundir afirmando que el proyecto, o ya se retiró, o se retirará tan pronto se levante el paro (dijo: pedirá autorización al congreso si mañana se vuelven a clases y se aplazará el estudio mas no renuncia al proyecto), elementos que en ningún momento ha dicho Santos, con el objetivo de generar una desmovilización  para el día 10 de noviembre en el que cientos de miles de ciudadanos saldrán a las calles a manifestarse contra dicha ley.

El día de 10 de noviembre se lleva a cabo la gran toma de Bogotá y movilizaciones en todas las ciudades del país en donde los estudiantes, acompañados de la sociedad en su conjunto contra el proyecto neoliberal en la educación porque aun no se ha ganado nada, el proyecto aun no se retira, el gobierno no acepta ningún desacuerdo de la comunidad universitaria y no se han abierto los espacios para la construcción de una reforma democrática.

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