Indígenas y campesinos se encuentran apostados sobre la vía Tame-Puerto Rondón, en la vereda Rincón Hondo a ocho kilómetros de la zona urbana de Tame hasta donde ha llegado la avanzada del consorcio Oleoducto Bicentenario realizando el acondicionamiento del terreno para continuar la siembra de la tubería de 42” pulgadas a una profundidad de cuatro metros y que abarca una superficie terrestre de 40 metros hacia los lados por las fincas y veredas donde pasará este megaproyecto de evacuación de crudo desde Cusiana-Casanare hasta Saravena-Arauca, de donde será enviado hasta el puerto petrolero de Coveñas-Sucre en el Caribe colombiano.
En total son 93 kilómetros del tramo del Oleoducto Bicentenario que atravesará los municipios de Tame, Fortul y Saravena en el departamento de Arauca y 247 km desde Casanare hasta Saravena-Arauca, en el momento la introducción de dicha tubería se viene realizando en Puerto San Salvador-Tame, lugar donde se realiza desde hace tres años aproximadamente la mega construcción de un puente que permita el paso de la maquinaria y demás elementos necesarios para la explotación petrolera, es necesario manifestar a nuestros lectores que en dicho puerto se cometió el 31 de diciembre de 2004 una masacre donde fueron asesinadas 16 personas entre ellos seis niños, y cerca de allí aproximadamente a 10km se encuentra la vereda Puerto Gaitán sitio utilizado como uno de los centros de operaciones del bloque Vencedores de Arauca.
Bernardo Arguello Santos, líder del Movimiento Político de Masas de las Organizaciones Sociales del Centro Oriente de Colombia, expresó que en el momento se adelanta una movilización y protesta pacífica en dos puntos del municipio de Tame como es La Vereda Rincón Hondo y San Salvador, la cual es liderada por campesinos e indígenas que reclaman de las trasnacionales petroleras Pacific Rubiales, Petrominerales, Hocol, CIC Energía de Barbados, Canacol Rancho Hermoso Energy LDA, Vetra Exploraciòn y Producción Colombia SAS y Ecopetrol quien es dueña del 55% de las acciones; junto con el constructor la SICIM y del gobierno nacional el pago de la histórica deuda social con las comunidades de esta región que se ven afectadas y que en la actualidad se encuentran en crisis según expresan ellos, en aspectos como la Salud, Educación, Trabajo, Productividad y Derechos Humanos, desde hace más de 40 años cuando en los llanos orientales de Colombia se empezó a explotar uno de los mayores pozos productores de petróleo para la época como lo es Caño Limón.
Por su parte el dirigente indígena sikuani Macario manifestó que ellos como pueblo indígena no van a negociar su territorio con las trasnacionales, afirmación honrada por los campesinos que se han sumado a la protesta.
Macario, dirigente indígena sikuany: "como pueblo indígena no van a negociar su territorio con las trasnacionales"
Alexander Tibacuy presidente de la Asociación de Juntas Comunales de Tame-Arauca, organización que recoge cerca de 172 juntas de acción comunal de la zona rural y urbana, indicó que en el momento se encuentran preocupados por el potencial impacto ambiental, cultural, económico y social que está causando a su paso la construcción del Oleoducto Bicentenario como el producido con el Caño Valesemuco donde murió una cifra considerable de peces.
Entre otras denuncias planteadas por Tibacuy relata como las empresas petroleras tienen una deuda que ha sumido en la miseria desde hace más de 20 años a las comunidades, incluso dice que estas compañías generan expectativas de empleo para los habitantes de la región, promesa que no se ha cumplido, dice que por el contrario están generando con su llegada a la región una especulación económica que eleva el valor de los productos de la canasta familiar entre otros, ante el boom petrolero que se genera por la exploración, explotación y la reciente construcción del Oleoducto Bicentenario-OBC.
Potencial impacto ambiental del Oleoducto Bicentenario en cuencas hidrográficas de la región
En este contraste de sueños, esperanzas y desilusiones nos encontramos en el parque central de Tame a Heidi una niña proveniente de Aguachica-Cesar, que en tan solo ocho días cumplirá trece años, ella vive allí desde hace dos años con su padre en barrio periférico donde habita población desplazada por el conflicto armado que vive el país, Heidi vende tintos y café para poder ayudar económicamente a su padre con las necesidades de su casa, no ha podido continuar sus estudios porque en la institución donde asistía le exigieron un documento de identidad, el cual no ha podido expedir por falta de recursos económicos.
Este es el panorama que viven hoy las comunidades en el departamento de Arauca, hecho que los ha motivado a movilizarse luego de un proceso de diálogo diplomático que han sostenido en diferentes niveles, estancias y lugares de la geográfica colombiana sin encontrar receptividad alguna por parte del gobierno y las transnacionales que hacen presencia en la región.