Varios trabajadores al servicio de la multinacional Coca Cola, Saceites y otras empresas, afiliados a Sinaltrainal, provenientes de varias regiones de Colombia, nos declaramos en huelga de hambre en la plaza de Bolívar en la ciudad de Bogotá, para denunciar que somos víctimas de amenazas de muerte, atentados, 24 asesinatos, desplazamiento, exilio, quema de sede sindical y judicializaciones basadas en sucios montajes, entre otros.
Por no ceder a las presiones y amenazas de paramilitares, que exigen a integrantes de Sinaltrainal ingresar a zonas controladas por estos grupos armados y por negarnos a ingresar a las cárceles, desde donde fuimos requeridos por paramilitares, los trabajadores de Coca Cola Juan Carlos Galvis y William Mendoza, son víctimas de un montaje de los paramilitares, que con el propósito, de obtener beneficios de la ley de Justicia y Paz, en audiencias públicas han declarado falsamente y de esa forma, la Fiscalía 28 de la Unidad Nacional Contra el Terrorismo Estructura de Apoyo – Investigaciones Parapolítica, ordenó la apertura de la investigación previa No. 290, por los delitos de concierto para delinquir y presumiblemente terrorismo. Las autoridades no actuaron para evitar este montaje, que estaba anunciado por los paramilitares y denunciado por las víctimas.
Varios Dirigentes de Sinaltrainal, que laboran en Coca Cola y Nestlé, han sido víctimas del seguimiento ilegal que el Estado de Colombia realizó por medio del Departamento Administrativo de Seguridad DAS, caso conocido como las chuzadas del DAS.
Las empresas como Coca Cola, violan la libertad sindical, haciendo campañas para dañar la imagen de dirigentes de Sinaltrainal, desconocen a los dirigentes sindicales, las actividades de denuncia sindical son comparadas con la insurgencia para estigmatizarnos y colocar en peligro nuestras vidas, suspenden los contratos de trabajo, retienen los dineros de Sinaltrainal para reprimir la protesta, levantan fueros sindicales, sancionan a dirigentes de Sinaltrainal por representar a trabajadores injustamente llamados a descargos y violan la convención colectiva de trabajo.
Es lamentable lo que padecen los más de 200 trabajadores enfermos en Coca Cola, como resultado de los puestos de trabajo insalubres, son discriminados, maltratados, son negadas las reubicaciones ordenadas por los médicos, son sometidos al aislamiento, no tiene medicamentos, les roban su salario, les ejecutan una sucia campaña para aburrirlos y son tratados como inservibles.