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01/02/2024
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Del 10 al 30 de enero de 2024, Mycotrophe y PASC organizaron la primera gira de «Fungicultura popular» en colaboración con el Congreso de los Pueblos y Redher. Durante esta gira de micología popular, se celebraron una decena de talleres para compartir conocimientos técnicos sobre el cultivo de setas, el cultivo en laboratorio, la construcción de micro-laboratorios y los métodos de producción adaptados a la región. Los talleres brindaron la oportunidad de considerar la micología como una alternativa para la economía local, la soberanía alimentaria y el proceso de autosuficiencia sanitaria.

La gira se inició en la zona cafetera de Ibagué, Perreira y Antioquia. A cada taller asistieron entre 15 y 30 personas, algunas de las cuales habían viajado más de 6 horas en bus para llegar, cuadernos en mano. Personas de todas las edades, de procedencia urbana y rural, se pusieron manos a la obra para construir incubadoras de inoculación, que permiten manipular el micelio en cualquier circunstancia utilizando un simple cajón de plástico. Para los no iniciados, el micelio es la planta cuyo fruto es el hongo.

El equipo estuvo acompañado por la Guardia Cimarrona, que copilotó nuestros hongos móviles durante más de 2.000 km en su viaje desde climas tropicales a otros más fríos a 4.500 m de altitud. A continuación, la gira se dirigió a Boyacá para cultivar hongos ostra locales en Raquir y Moniquira, donde había un bosque educativo, un proyecto colectivo de una asociación de agricultores para unir el corredor de robles.

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A continuación, la excursión se dirigió a Santander, donde nos recibió la Asociación de Mujeres del Páramo del Almorzadero. Los páramos son ecosistemas protegidos que albergan frailejones, árboles centenarios que sólo crecen un centímetro al año. Estos ecosistemas están amenazados por intereses mineros, sobre todo canadienses, y en los últimos días por incendios provocados: cientos de hectáreas de Frailejones ardieron en enero. Los páramos representan el 70% de las reservas de agua dulce de Colombia.

La Organización Femenina Popular, en su granja educativa de Lebrija (Santander), que ya produce aceites esenciales, jabones y otros productos medicinales, ha construido su propia campana de inoculación para empezar a cultivar hongos.

El recorrido finalizó en la ciudad de Bogotá, en la localidad de Usaquén.

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A pesar de las diferentes localizaciones, y teniendo en cuenta todo tipo de riesgos de contaminación, donde el pelo de gato, perro y cerdo podría haber dañado el cultivo de micelio, la gira ya ha sido un éxito. Los primeros cultivos realizados durante los talleres ya se han transferido a sustratos locales tras unos días de colonización.

En total, 250 personas de decenas de organizaciones locales pudieron participar en estos talleres, y todo ello con un presupuesto total de 2.500 dólares canadienses. Por cierto, ¡todavía nos quedan unos 1.000 dólares por encontrar si quieres apoyar la iniciativa!

«Muchas gracias por compartir esta maravillosa historia. Internacionalicemos la lucha, globalicemos la esperanza».
«Ya estamos preparados para desarrollar el cultivo de setas ostra y shiitake en sustratos específicos de la región cultivados en sistemas agroecológicos».

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«Me pareció muy importante lo que mencionó Nicolas, a saber, que estos ejercicios científicos son espacios de democratización del conocimiento, al margen de las universidades. Es importante transmitir el conocimiento a las clases trabajadoras que no tienen acceso a la enseñanza superior y que este conocimiento no se limite a estos espacios, sino que pueda y deba reproducirse entre la gente corriente.»

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PASC