Ver articulo del Tiempo, 26 de julio, «Absuelta Drummond en E.U. por supuestos nexos 'paras'» El Tiempo
Comunicado a los trabajadores y a la opinión pública
sobre el reciente fallo en Alabama.
Cuando Sintramienergética-Funtraenergetica y los familiares de los compañeros
asesinados, decidimos demandar en Estados Unidos con el apoyo de los
trabajadores del Acero de esa nación, lo hicimos convencidos de que habría una
posibilidad de justicia, pues la impunidad ha cubierto el proceso en Colombia
durante todo el tiempo y ante la gigantesca corrupción del aparato judicial no
teníamos ningún tipo de esperanza en una investigación que diera con los
responsables intelectuales y materiales del hecho, éramos concientes de las
limitaciones políticas del aparato judicial gringo, pero siempre creímos ( y aún
lo hacemos) que intentarían validar estas vías institucionales, en vez de
confrontar otras formas de protesta.
Vimos con buenos ojos el primer fallo de la magistrada que conoció el caso y
que nos permitió seguir con el, porque en el no solo señalo como responsables a
Garry Drummond y su gerentes Colombianos, de la violación a la Ley laboral
de Colombia de los Pactos y Convenios de OIT, sino también haciéndolos
responsables penalmente por la comisión de delitos de lesa humanidad y
crímenes de guerra, como fueron calificados en esa providencia los asesinatos
de estos compañeros. Pero siempre tuvimos en cuenta que esa magistrada había
sido nombrada por el Presidente Bush, que en sus dos campañas a la
presidencia este recibió un fuerte apoyo económico de la Drummond y eso
comenzó a notarse cuando inexplicablemente se envió el proceso a consulta con
el Departamento de Estado, pues esta causa podría lesionar los “intereses
económicos” de Estados Unidos en Colombia, luego de meses de espera fue
devuelto sin ningún condicionamiento.
Con el transcurrir del tiempo comenzaron a negarnos testigos, nuevas pruebas,
nuevos testimonios etc., hecho que se hizo evidente cuando Rafal García, jefe de
informática del DAS, nos entregó una declaración donde decía que en el año
2001 (1) el había estado presente en una reunión entre el delegado del mercenario
Jorge 40 y Augusto Jiménez presidente de la Drummond, en un Hotel de
Valledupar, en esta reunión Jiménez entregó una maletín lleno de dinero y los
nombres de los dos compañeros Orcasita y Locarno para que fueran asesinados,
dos semanas después hombres al mando del mercenario Tolemaida los
ultimaron; ante esta prueba contundente se nos obligó a un “contra
interrogatorio” para verificar si era cierto lo que decía García; a pesar de que el
exhorto rogatorio fue enviado en Abril de este año al Ministerio de Relaciones
Exteriores, en conjunto con uno que envió la Drummond para averiguar sobre
los antecedentes penales de tres de nuestros testigos, el nuestro no fue
autorizado a pesar de los ingentes esfuerzos que realizamos para lograrlo, hay
que resaltar que el gobierno de Uribe Vélez impidió por todos los medios esta prueba, pues el señor Fabio Echeverri Correa asesor presidencial del Presidente,
ha sido por muchos años representante de la Drummond en Colombia, el,
Garry Drummond y Uribe Vélez fueron demandados por corrupción en el
Tribual de Florida por quitarle ilegalmente unos pozos de Petróleo a la
compañía Llanos Oil y transferirlos a la Drummond, en u negocio donde
“suena” el Vicepresidente d E.U..
Cinco meses antes del Juicio uno de nuestros testigos nos contó que los
directivos de la compañía estaban absolutamente seguros de que ganaban el
Juicio y por eso iban a el, porque ya todo estaba “cuadrado”, días antes otras
personas nos confirmaron esa misma información. Ya en el juicio la magistrada
se dedico a negar nuevos testimonios, influir a los jurados, violar
continuamente la ley procesal e incluso llego a decirles a los jurados que si ellos
fallaban en contra de la compañía ella rechazaba el fallo. Ante estas presiones
la alterativa fue dar a conocer a la opinión pública parte de las pruebas, abrir un
espacio para que 4 subcomisiones del Congreso de E.U. investigaran, como lo
están haciendo ahora, las compañías gringas y sus actividades criminales en
nuestro territorio y tratar de darle la mayor cantidad de elementos al jurado.
Finalmente el fallo de primera instancia fue adverso a pesar de nuestro
esfuerzos y aunque pensábamos que iban a ser mas inteligentes, pues esa
decisión alarga la pelea y nosotros lo vamos a aprovechar, lo que ahora sigue es
ir a un tribunal de apelaciones que tendrá que tener en cuenta las pruebas, las
violaciones a la ley procesal y anular el juicio para repetirlo en mejores
condiciones probatorias para nosotros. Lo que no dicen los áulicos de la
Drummond es que después de años de investigación el Departamento de
Justicia de E.U. inicio una investigación criminal contra la compañía minera no
solo por los asesinatos de Valmore, Víctor Hugo y Gustavo, también por otras
actividades criminales, de esta investigación pueden resultar datos muy
importantes para el juicio civil.
Queremos llamar a todos los trabajadores, a las organizaciones sociales y
sindicales de Colombia y el mundo, para que se impulse la solidaridad con
Sintramienergética, se denuncie los crímenes de la Drummond, se solicite
embargos del carbón hasta que se aclare el asesinato de los sindicalistas, se exija
la nacionalización de esa mina, para que ella pase a manos de la nación y no de
los que ahora la tienen; no debemos cejar en nuestro empeño en la búsqueda de
la verdad, la justicia y la reparación para el movimiento sindical y las victimas
del conflicto, generado por la imposición de un modelo económico de saqueo
que corrompe, cohecha, asesina, desplaza y masacra, para obtener las mayores
ganancias a costa de la vida de millones de seres humanos.
Por nuestros muertos ni un minuto de silencio, toda una vida de
combate!!, Orcasita, Locarno y Soler.. presentes, presentes!!
Secretaria General de Funtraenergetica, Julio 30 de 2007.
- (1) - Por eso llama la atención que el Presidente Uribe Vélez haya dicho que en esa época Augusto Jiménez
estaba fuera del país, cuando todo los trabajadores lo vieron en el 2001 en la Mina, hecho del que hace
eco un “periodista” del El tiempo.