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13/01/2013

 

Nuestra Constancia ante la incursión paramilitar que ya ha producido nuevos desplazamientos forzados, la desaparición de por lo menos tres personas, los asesinatos de algunas de ellas, la restricción en la libre movilización, en la comunicación, el sitiamiento, las amenazas, la zozobra y un terror generalizado en afrocolombianos e indígenas. Al mando de las operaciones es llamado "El Zurdo" quien se traslado desde Buenaventura a la zona rural del Calima y se encontraría hoy operando directamente en el río San Juan. Su movilización se realizo en medio de la militarización y el control policial en el casco urbano de Buenaventura y la presencia militar en el bajo Calima

Ante ustedes el fundamento fáctico de nuestra Constancia

Miércoles 2 de enero nuestra Comisión de Justicia y Paz en Bogotá recibió la información sobre el desplazamiento forzado de 40 familias del caserío Palestina, cinco familias permanecen en el caserío en jurisdicción del territorio colectivo del Calima sometidos a las ordenes paramilitares quienes les ha obligado a abstenerse de realizar comunicación telefónica alguna.

Desde ese día hasta hoy los paramilitares permanecen en el caserío y otros se ha dirigido a otros poblados. Los armados amenazaron con incursionar a las comunidades de Malaguita, Perea, Puerto Pizario en donde habitan integrantes de la comunidad Nonam. Los paramilitares reiteraron que ingresarían al Resguardo Humanitario y Biodiverso de Santa Rosa de Guayacán por que desde allí es que están denunciando, impidiendo el "progreso" y los planes.

Los testimonios de los desplazados indican que hay una restricción a la libre movilización de los afrocolombianos e indígenas que quedan aún en el bajo Calima y San Juan. Existe prohibición de transportarse por el río Calima y San Juan después de las 4:00 p.m. Tanto los centros de salud y de educación se encuentra sin asistencia de nadie. Algunos integrantes de la Misión Médica y pocos profesores están allí sin poder hacer nada, "ya no queda casi nadie allá", afirmó un desplazado.

Según los desplazados, en Docoro, San Juan, han sido desaparecidas varias personas y se ha observado sobre el río Calima y San Juan partes de los cuerpos de personas.

En Buenaventura, donde se encuentran los desplazados temen a los paramilitares porque estos mantienen el control en los barrios, continúan controlando la libre movilización, cobrando vacunas a los pequeños vendedores, y mantienen la estrategia de vinculación a niñas y niños como agentes de la estrategia de control, del sicariato. Desde las 5:00 p.m. los paramilitares han obligado a pobladores a encerrarse en sus viviendas.

Los desplazados en Buenaventura por segunda vez temen las repercusiones que sus denuncias puedan generar sobre los habitantes del Resguardo Nonam en Santa Rosa y las comunidades negras del Calima

Desde noviembre pasado la Unidad Nacional de Protección ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se comprometió a brindar medidas de protección a las comunidades indígenas y negras, así como, garantizar la operación humanitaria de organismos de derechos humanos. Hoy los hechos evidencian que nada se ha hecho.

*Jueves 10 de enero a las 4:00 p.m. nuestra Comisión de Justicia y Paz fue informada de la observación de dos nuevos restos de personas, que fueron descuartizadas flotando sobre las aguas del río Calima.

Se informó que los militares se mantienen en el ingreso al bajo Calima, muy cerca del lugar donde los paramilitares toman la carretera para luego embarcarse por el río Calima. La movilidad de paramilitares sobre el río Calima y San Juan es frecuente en horas del día y también de la madrugada sin que exista actuación alguna militar.

Nuestra Censura Ética ante la ausencia de medida alguna que hubiera evitado el desplazamiento de afrocolombianos y daños irreparables a la vida e integridad de habitantes del Calima y del San Juan, así como, de la ausencia de garantías para posibilitar el derecho a habitar en los territorios, a denunciar los abusos y atropellos y a la asistencia humanitaria

Nuestra Censura Ética ante el silencio institucional para enfrentar de raíz las estructuras y las operaciones paramilitares que pretenden como ellos dicen "asegurar el progreso"

En conformidad con el artículo 23 de la Constitución Nacional y de acuerdo a sus responsabilidades constitucionales se nos informe:

1. Desde noviembre pasado en conocimiento de la información aportada ante la Comisión Interamericana, reiterada días después en una reunión en el Ministerio del INterior, y puesta por escrito, ¿Qué actuaciones realizó?, ¿Cuáles fueron sus resultados?

2. Si hubo actuaciones para prevenir y proteger ¿quiénes fueron los beneficiados?

3. Ante la continuidad de operaciones paramilitares en el bajo Calima y San Juan ¿Qué medidas especificas se van a adoptar?, ¿Qué tiempo contemplan para su implementación?

4. Ante el control social territorial de terror que ejercen los paramilitares ¿qué medidas en concreto se van a adoptar a fin de garantizar el regreso de las familias desplazadas, la habitación en libertad de quienes no se han desplazado?

5. Ante las amenazas de muerte contra los líderes y familias Nonam del Resguardo Humanitario y Biodiverso beneficiarios de medidas cautelares ¿qué medidas especificas se van a adoptar?, ¿en qué tiempo se implementarán? y de ¿qué tipo serán las medidas?
6. Respecto a la situación de riesgo inminente de las lideresas y lideres jóvenes del bajo Calima ¿Qué medidas se van a adoptar?, ¿Medidas de qué tipo?

7. Desde nuestra Constancia anterior sobre la situación del bajo Calima, Buenaventura y San Juan ¿qué plan de enfrentamiento a estructuras paramilitares se desarrollo?, ¿Qué entidades fueron responsables de ejecutarlas? Si hubo tal implementación, ¿por qué se produjeron nuevos desplazamientos, amenazas, daños irreparables a la vida e integridad?

Con profunda preocupación e indignación ante la evidente responsabilidad institucional por omisión

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz