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19/02/2013

Por Mauro Giormenti, desde Colombia. El departamento colombiano de Arauca está en un paro cívico general. Apuntan contra el Estado y las multinacionales petroleras. Los intentos de represión y la resistencia popular. Tensiones ante una próxima visita del presidente Santos a la región.

Desde el pasado martes 14 de febrero, el departamento entero de Arauca, Colombia, entró en un paro cívico general por tiempo indefinido. Tanto las entradas al departamento como numerosas carreteras internas se encuentran bloqueadas por piquetes conformados por cientos de campesinos, indígenas, obreros y estudiantes que exigen al Estado y a las multinacionales la solución a una crisis “humanitaria y social”. El gobierno nacional desplegó inmediatamente mil efectivos del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD), en un intento de reprimir la protesta, hasta el momento con muy poco éxito.

El departamento de Arauca, situado en la frontera con Venezuela, es el más rico del país en yacimientos petrolíferos, lo que ha llevado a numerosas trasnacionales a situarse en la región. “Más de treinta años de exploración y explotación del petróleo en nuestra región, han sido la causa de la catástrofe del ambiente, del saqueo, de la agresión contra los pueblos indígenas, de la crisis humanitaria y social”, contextualiza el Movimiento Político de Masas del Centro Oriente de Colombia en su pliego de reivindicaciones.

Los manifestantes señalan al Estado colombiano y a las multinacionales petroleras como el blanco de sus reclamos, exigiéndoles que asuman “el pago de la deuda social, ambiental y humanitaria existente con el Pueblo Araucano y del Centro Oriente de Colombia”. La población de Arauca ya se había movilizado con las mismas exigencias en abril de 2012, levantando temporalmente las protestas tras la firma de un acta acuerdo. En ésta se prometía la firma de un decreto presidencial que abriera mesas de diálogo alrededor de distintos ejes (Problemática Indígena, Derechos Humanos, Ambiente y Territorio, Productividad y Obras Públicas, Servicios Sociales), y que otorgara seguridad jurídica a las organizaciones para negociar (comprometiendo al Estado a cumplir los compromisos asumidos). Tras un año de espera en vano, el pueblo de Arauca se movilizó nuevamente, esta vez con un paro cívico general que paralizó el departamento entero.

Piqueteros a la colombiana

Por todo el departamento pueden encontrarse grupos de centenares de hombres y mujeres cortando las rutas con absoluta efectividad. Donde más se concentran es en los puntos en que las trasnacionales extraen petróleo, o donde se realizan obras para el transporte del mismo (oleoducto Bicentenario). No obstante, el esquema organizativo permite el ingreso y comercio de alimentos entre dos y tres veces a la semana, de forma tal que se garantice el abastecimiento de los habitantes del departamento. “El paro es contra las empresas y el Estado, no contra el Pueblo”, explica un dirigente social.

Inmediatamente, la respuesta del gobierno del presidente Juan Manuel Santos fue la represión. La misma se concentró, principalmente, en los puntos en que los piquetes impiden el funcionamiento de las empresas petroleras. Sin embargo, los miembros del ESMAD se han encontrado con una fuerte resistencia popular. “El Pueblo en vez de replegarse, se afianzó en el territorio”, explica Alonso Campiño, vocero de las Organizaciones Sociales del Centro Oriente Colombiano (OSCOC). Armados con palos, piedras, cócteles molotov e incluso arcos y flechas, hasta el momento han sabido mantener a raya a las fuertemente armadas tropas antidisturbios.

“Miembros del ejército se paran cerca de donde estamos y disparan sus fusiles al aire para amedrentar a la gente, pero no pueden hacer más que eso sin infringir el Derecho Internacional Humanitario”, comenta Campiño. “Por eso tenemos que denunciar las mentiras el General Yesid Vásquez Prada, comandante de la Policía Regional 5ta, que se ha dedicado a hablar por los grandes medios de comunicación diciendo que los que estamos resistiendo no somos la población civil sino la guerrilla. Inventan esas cosas para que entre en acción el ejército y dar paso a la guerra sucia, a los falsos positivos”.

El gobierno exige que se levanten todos los cortes, y promete que entonces firmará el decreto que exigen los manifestantes. Sin embargo éstos no aceptan tales términos.

El presidente Santos tenía planificado un viaje a Arauca para el sábado, cuando firmará un convenio con el gobernador. Las Organizaciones Sociales consideran que acudir a una provincia paralizada sería un revés político para el mandatario. Por consiguiente, esperan que las autoridades intenten resolver el conflicto antes de la llegada de Santos. “Por ahora el gobierno no se mostró dispuesto a dialogar”, reflexiona otro dirigente de las OSCOC. “Así que es de esperar que los próximos días la ofensiva del gobierno se haga bastante más cruda. Pero el pueblo está organizado y dispuesto a dejar todo en la lucha. Como venimos haciendo estos últimos días, vamos a volver a luchar, a resistir, y a vencer”.

Author
Mauro Giormenti,