La fiebre del oro se extiende por toda América del Sur. En ninguna parte es más letal que en Colombia, donde la fiebre del oro se ha convertido en un nuevo eje en la guerra civil de Colombia. Las guerras territoriales están surgiendo entre los paramilitares y los grupos de izquierda rebelde que luchaba por tomar el control de las regiones mineras. Se está alimentando un conflicto ideológico y el desplazamiento de cientos de personas.
Las incursiones de helicópteros por el ejército colombiano en los pequeños colectivos de la comunidad minera se han vuelto comunes, y el gobierno colombiano está acusado de atacar a los trabajadores pobres a proteger los intereses de las grandes empresas, y que operan con impunidad de violaciónes de derechos humanos.
Miles de personas han huido de sus hogares, donde la tierra es violentamente arrebatada, y otros viven en el miedo que van a ser expulsadas de sus tierras, detenidos o asesinados.
Las multinacionales vienen con todo y contra todo. Con el precio del oro alrededor de 1.500 dólares la onza, todo el mundo quiere estar en el negocio, incluyendo las compañías mineras de América del Norte. Favorable para los negocios de Colombia mentalidad ha visto concesiones arbitrarias del Estado vendidos a empresas multinacionales, a menudo en tierras indígenas.
Fault Lines (Canal Algecira) viajó a Colombia para hablar con las personas atrapadas en el medio. Los trabajadores rurales y los mineros artesanales que han extraído por generaciones, y algunos cuyos antepasados fueron esclavizados durante primeros los siglos de la fiebre de oro. Otros son ex cultivadores de coca, sin trabajo por el Plan Colombia por Estados Unidos
Video en ingles: Fault Lines: Colombia's gold rush