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28/11/2014

Hace casi dos décadas un grupo de mujeres se propuso contarles a los colombianos y al mundo los efectos que estaba dejando el conflicto armado en sus cuerpos y sus vidas. Se denominaron Ruta Pacífica de las Mujeres y comenzaron a peregrinar por todo el país haciendo un llamado a detener la guerra, mensaje que renovaron esta vez al hacerles un llamado al gobierno nacional y a la guerrilla de las Farc para que se vuelvan a sentar en la mesa de negociaciones.

Esa constancia le fue reconocida a la Ruta tras ser galardonada con el Premio Nacional de Paz, distinción anual que otorgan el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, la fundación alemana Fescol, Proantioquia y los medios de comunicación El Tiempo y Caracol Radio y Televisión.

El reconocimiento por su aporte a la paz lo lograron entre 128 iniciativas, entre ellas la Asociación Guardagolfo y los Centros de Reconciliación de la Fundación para la Reconciliación, que también fueron finalistas.

La Ruta Pacífica de las Mujeres cobró vida en 1996, reúne procesos de 315 organizaciones en el país y tiene presencia en los departamentos de Antioquia, Bogotá, Bolívar, Cauca, Chocó, Putumayo, Risaralda, Santander y Valle del Cauca.

Esta organización no gubernamental ha sido promotora de iniciativas como la Comisión de la Verdad y la Memoria de las Mujeres, que con los testimonios de un millar de ellas reconstruyó los crímenes perpetrados por fuerzas legales e ilegales durante la Operación Orión en Medellín, en octubre de 2002 las ejecuciones extrajudiciales contra jóvenes en el municipio de Soacha y las detenciones arbitrarias de la Operación ‘Libertad’ en Risaralda.

También han hecho visibles los asesinatos y desplazamientos cometidos por paramilitares en el corregimiento de San José de Playón, en Bolívar, y en El Naya, región montañosa ubicada entre el Cauca y el Valle del Cauca, así como por guerrilleros en Chocó y Putumayo (Lea: Esta es la verdad de mujeres víctimas de la guerra).

“Creo que nuestro principal logro ha sido visibilizar a las mujeres como víctimas del conflicto, pero que han sido capaces de reconstruir sus proyectos en medio de la destrucción”, dice Dunia León, coordinadora de la Ruta Pacífica en Bolívar.

La organización ha promovido en varias ciudades marchas y plantones como la de septiembre en 2014 en Puerto Asís, Putumayo, solicitando el cese de la violencia contra la población civil; en julio en Medellín rechazando la violencia sexual callejera; en todo el país en abril de 2013 respaldando el proceso de paz, y a través de comunicados denunciando las amenazas que han sufrido por parte de las bandas criminales.

Sonia Pachón, coordinadora de la Ruta en Risaralda, considera que esta organización de la sociedad civil se ha esforzado por buscar la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas.

“Por eso es que en estos momentos necesitamos hacerle fuerza al proceso de negociación en La Habana porque Colombia necesita la paz. En este país no había diálogo y esta es una posibilidad que por fin se está dando”, reitera.

La Ruta se vinculó a los Encuentros Regionales para la Paz y junto la Redprodepaz y Pensamiento y Acción Social, promueven un diálogo amplio entre las comunidades sobre los acuerdos logrados entre el gobierno nacional y las Farc para buscar alternativas de implementación en los territorios.

Esta organización de la sociedad civil también promueve el conocimiento y la participación de las mujeres en los procesos de restitución de tierras despojadas por grupos armados ilegales.

Sandra Liliana Luna, coordinadora de la Ruta en Santander, explica que en su región el mayor avance ha sido poner en la agenda el tema de la paz, “que no había sido permanente”. Para Luna, “nuestro mayor llamado es que ahora las partes del proceso de paz no se levanten de la mesa de diálogo. La negociación debe continuar”.

Según datos del informe ¡Basta ya!, del Centro Nacional de Memoria Histórica, entre 1985 y 2012 el Registro Único de Víctimas reportó 2 millones 420 mil mujeres víctimas de desplazamiento forzado, mil 431 de violencia sexual, 2 mil 600 de desaparición forzada, 12 mil de homicidios, 592 de minas antipersonal, mil 600 de reclutamiento ilícito y 5 mil 800 de secuestro.

“Los hechos de violencia han dejado huellas profundas y diferenciales en sus cuerpos y en su psiquis, han trastocado su cotidianidad y han alterado sustancialmente sus creencias y sus formas y proyectos de vida”, señala el informe sobre los impactos y daños del conflicto armado.

En la ceremonia de premiación, Ricardo Alarcón, gerente de Caracol Radio, una de las empresas que auspicia el Premio Nacional de Paz, y encargado de entregar el galardón, resaltó la labor que cumple en todo el país la Ruta Pacífica de las Mujeres.

“El trabajo ha sido maravilloso, tuve la oportunidad de estar como invitado el día que el jurado deliberó y decidió, y la verdad me pareció muy impresionante toda la obra, el trabajo de constancia de valor de persistencia en los temas de paz”, destacó Alarcón.

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Verdad Abierta