Del 31 de agosto al 2 de septiembre de 2011, la Plaza Mayor de Convenciones y Exposiciones Medellín presenció la séptima versión de la Feria Internacional Minera, organizada por el Ministerio de Minas y Energía, la Gobernación de Antioquia y la Cámara Asomineros de la Asociación Nacional de Industriales. Afuera se expresaron contradictores de la «locomotora minera» impulsada por el presidente Santos.
Visitantes de la VII feria minera de carácter internacional cuyo escenario fue la ciudad de Medellín coincidieron en señalar que la minería está en boom de exploración ahora en Colombia, especialmente en materia de oro, con relativamente pocos proyectos realizados, como los de Buriticá y Frontino, en el departamento de Antioquia, y Marmato, en el departamento de Caldas; y muchos por hacer, como el famoso proyecto La Colosa en el departamento del Tolima.
Mientras todo ocurría adentro de la Plaza Mayor de Convenciones, afuera, varias personas, entre ellas, algunos pequeños mineros asociados a la Confederación Nacional de Mineros de Colombia protestaron porque dicen que la legislación y el Plan Nacional de Desarrollo los desconocen y su actividad económica desaparecería y estaría controlada por las multinacionales. Algunos son ilegales porque no tienen titulo minero.
Otro de los manifestantes era Juan Ceballos, abogado ambientalista que ha llevado varios procesos judiciales contra multinacionales en Colombia. «El dinero no se come», dijo. Él se encadenó a un árbol para llamar la atención acerca de los impactos ambientales de la minería, el desplazamiento de la fauna, la destrucción de la flora, la contaminación de las aguas y las violaciones de los derechos humanos del pueblo colombiano. «Solo cuando la gente haya talado el último árbol, envenenado el último río, pescado el último pez, se dará cuenta que el dinero no se come». Y añadió: «Las personas jóvenes que están en esta manifestación se preocupan por el futuro de sus hijos y el de los hijos de sus hijos, no por la inversión extranjera».
Estudiantes y ambientalistas frente a la Plaza Mayor de Convenciones y Exposiciones Medellín rechazan la gran minería. Foto: Notiagen
Velocidad de la locomotora
Según Luis Alfredo Ramos Botero, gobernador de Antioquia, la feria contó con la participación de más de 20 países, de 290 empresas inversionistas y de 15.000 visitantes, 10 veces más que hace cuatro años, lo cual la hace el evento minero con mayor asistencia en el mundo después del evento de la misma índole llevado a cabo en la ciudad de Toronto. En la hora del cierre de la Feria, se habían hecho negocios por 350 millones de dólares, la mayoría en torno a minas de oro.
Por su parte, Eduardo Chaparro, director ejecutivo de la Cámara Asomineros de la Andi, expuso que desde ahora hasta el año 2020 se espera una inversión en minería en Colombia de 24 billones de dólares. Por su parte, el presidente de la compañía minera Goldplata, Georges Patrick Juilland, afirma que Colombia es el único país en el continente que no ha sido explorado en su totalidad, pero que tiene mucho potencial minero.
Fue precisamente uno de los proyectos de Goldplata el que la Corte Constitucional ordenó detener mediante sentencia T-129 de 2011 «a favor de los derechos territoriales, a la consulta previa y la autonomía». Se trata de una concesión de 40 mil hectáreas en el municipio de Acandí, departamento de Chocó, donde no se hizo la consulta previa en los resguardos indígenas que habitan los territorios, para hacer la exploración. «Tanto el Tribunal Superior del Chocó, dice un informe del Consejo Regional Indígena del Cauca, Cric, como la Corte Constitucional argumentaron en sus fallos que no se puede atentar contra el ‘interés general’ y el ‘progreso’» para proteger a un grupo económico (vease http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2011/t-129-11.htm).
Hubo exposiciones centradas en mostrar la tradición minera de Colombia como un argumento para sustentar el boom. Sergio Restrepo Londoño, presidente de la junta de Asomineros, destacó que la minería no es nueva para Colombia. Resalta el hecho de que cuando llegaron los españoles, los indígenas tenían dos actividades principales: la agricultura y la minería. En el siglo XIX, destaca Restrepo, Colombia fue el país con más minería en América Latina y contaba con muchas empresas estadounidenses e inglesas.
Estratégicamente, el evento fue muy importante para el gobierno de Colombia: el presidente Santos basa su plan de desarrollo en cinco locomotoras que jalonarán la economía, una de ellas, la minería. Según Sergio Restrepo, la exportación minera de Colombia en 2010 equivalió a 9 billones de dólares, 23,7% de toda la exportación y el país contó con 2,05 billones de dólares de inversión extranjera directa (IED).
Al respecto, dice la organización defensora de derechos humanos Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo que un alarmante 85% de lo que Colombia vende al extranjero son bienes primarios, lo que implica un nulo desarrollo económico para el pueblo colombiano a largo plazo (http://www.colectivodeabogados.org/La-politica-minera-del-gobierno).
La minería al alza, con brillo de oro
Michael Tistl, un geólogo alemán que lleva 20 años viviendo en Colombia, perteneciente a la empresa Condoto Platinum, dice que este es un país muy rico en recursos y con muchas posibilidades y que en la ultima década las condiciones para el desarrollo de la minería se han mejorado significativamente. Durante algunos años, destaca el geólogo, disminuyó mucho la actividad minera en Colombia por dos razones principales: los bajos precios mundiales de minerales preciosos y el conflicto interno en Colombia, que casi acabó la minería en Colombia. En 1980, añade Tistl, solo había dos empresas mineras grandes en Colombia: Cerrejón y Cerro Matoso.
Muchos inversionistas y funcionarios esperan que ahora haya llegado la ventana de oportunidad para aprovechar más inversión extranjera y explotar el potencial de la tierra colombiana. Los precios de metales preciosos están más altos que nunca, el precio de la onza de oro se acerca rápidamente a los 2.000 dólares, cuatro veces más que hace seis años.
Según Tistl, los precios de los minerales han aumentado en buena parte por la evolución económica de China y el crecimiento de la población mundial, que se ha duplicado en los últimos 40 años. Hay más necesidad, más consumo, un auge en construcción y demanda mundial de carbón y por eso, mucha especulación.
China e India son los compradores más grandes de oro en el mundo y según un informe aparecido en 21st Century Business Herald, periódico de negocios que se produce en China (http://en.21cbh.com/HTML/2010-11-17/China-Gold-Reserves.html), un consultor del gobierno chino confirmó que el banco central de ese país planea comprar grandes cantidades de oro en los próximos años con el objeto de aumentar sus reservas, lo cual aumentaría aún más los precios mundiales.
Una información en el mismo sentido la entrega el Financial Times, periódico internacional (http://cachef.ft.com/cms/s/0/0945597e-e1c6-11df-b71e-00144feabdc0.html#…). Este medio informa que algunos oficiales chinos han dicho públicamente que China necesita comprar 10.000 toneladas de oro para proyectar su poder económico y respaldar su reservas.
El descenso de producción mundial de oro en los últimos diez años y la dura y duradera crisis económica mundial han animado a bancos centrales y a inversionistas a comprar más, mientras consumidores de joyería compran menos por los altos precios. El dólar sigue débil y la tasa de interés es casi cero, mientras sube la demanda por bancos de oro. Por varias razones, el oro ha sido tradicionalmente más popular como moneda alternativa cuando las monedas tradicionales están en declive: se acepta universalmente, poco se afecta con las fluctuaciones de una sola economía y el inversionista no tiene que preocuparse por la morosidad de deudores, como con otras inversiones.
El precio se sustenta en los altos índices mundiales de inversión en oro y la perspectiva actual de los inversionistas es apostar a un futuro próspero basado en una economía minera. El mercado de oro estuvo muy a la baja en los años 80 y 90, pero esta tendencia cambió en gran parte por los miedos económicos generados después del 11 de septiembre de 2001: gente y bancos volvieron a comprar oro y otros minerales; sin embargo, algunos economistas se preguntan si en el largo plazo se pueden mantener tan altos los valores actuales, es decir, si se sostendrá esa burbuja especulativa que no prioriza ni tiene en cuenta la producción interna encaminada a satisfacer las necesidades básicas de la población colombiana.
En Colombia, las reservas estimadas de oro están cercanas a los 25 millones de onzas y son también inmensas las de otros minerales. Hay expresiones ciudadanas en muchas partes de Colombia contra el plan de convertirla en un país minero y, sin embargo, el gobierno colombiano ha entregado 9.000 títulos mineros, 30 por ciento en Antioquia; y hay 20.000 solicitudes de alrededor de 40 millones de hectáreas, es decir, el equivalente al 35 por ciento del territorio nacional. Además de lo entregado, también piensa otorgar por lo menos 18.000 títulos mineros en los próximos meses, según informó Francisco José Lloreda, Alto Consejero Presidencial para la Seguridad y la Convivencia.
En este sentido, Lloreda insistió a las empresas que contraten directamente sus propias unidades de seguridad, ya que el Ejército Nacional tiene 12.000 soldados en 12 batallones encargados de seguridad minera y energética, pero aún así sería imposible para ellos cubrir todo el territorio de los nuevos títulos otorgados.
Manifestante encadenado en un árbol afuera de la Feria Minera como acto simbólico exigiendo respeto al medio ambiente. Foto: Notiagen
Según testimonios de organizaciones de derechos humanos, como Council on Hemispheric Affairs, unidades de seguridad contratadas directamente por empresas mineras, llamadas por muchos como paramilitares, han acosado a la población civil, los pequeños mineros locales y sindicatos y han asesinado y despojado a la población de su territorio, para servir a los intereses de dichas empresas. http://www.coha.org/colombias-gold-rush-the-silver-lining-for-paramilitaries-and-guerrillas/.
Hernando José Gómez, director del Departamento Nacional de Planeación anunció a los asistentes a la Feria que el gobierno colombiano creará la Agencia Nacional de Minerales, que se dedicará exclusivamente a asuntos mineros y a aplicar multas mucho más altas de las que ya existen para la minería ilegal. Además, el gobierno nacional trabajará diligentemente en los próximos años en la reforma del Código Minero, declarado inextinguible por la Corte Constitucional en mayo de este año debido a que no cumple con los procedimientos de la consulta previa.
Luis Carlos Villegas, presidente de la Andi, proclamó que se busca la alinderan de las reservas forestales, con sujeción a criterios técnicos, económicos y sociales y a reglas claras para las actividades excluibles de sustracción temporal en reservas forestales. Al respecto, dice el abogado ambientalista Juan Cabellos, se necesita ampliar la protección al medio ambiente, no disminuirla. Los megaproyectos en Colombia ya le han causado enormes daños y excluir una zona de su protección es un crimen contra la tierra.
Manuel Mora, presidente de la Comisión Quinta del Senado de la República de Colombia, espera que Colombia consiga niveles de éxito minero como Brasil y Chile. Notablemente, Brasil, Colombia y Chile son los tres países de América Latina con los niveles más altos de desigualdad entre los ricos y los pobres. http://hdrstats.undp.org/es/indicadores/67106.html La gran minería parece reforzar las desigualdades, mientras la gente es expulsada de su territorio con nada entre las manos y todo se invierte en el juego de los minerales.