“La historia de los campesinos de Arauca que decidieron cambiar la coca por la Vida”
Después de 11 años el Estado colombiano en un hecho sin precedente se atribuye el éxito de erradicar la coca, sin reconocer la labor de las comunidades en la erradicación manual y voluntaria de los cultivos de uso ilícito en este departamento.
El 22 de marzo de 2018 en el municipio de Arauquita se dio la declaración de territorio libre de cultivos de uso ilícito al departamento de Arauca, con el acompañamiento de la comunidad internacional liderada por la ONU, Eduardo Díaz director de la Agencia para la Sustitución de Cultivos Ilícitos y el Alto Consejero para el Postconflicto, Derechos Humanos y Seguridad Rafael Pardo Rueda encargado de hacer el anuncio.
A este evento también asistieron autoridades departamentales, militares, eclesiásticas, comunidades y diferentes organizaciones cívicas y populares. La declaración fue realizada en la granja experimental Santa Elena. Según el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito-PNIS existían aproximadamente 379 hectáreas de coca las cuales fueron erradicadas gracias a este programa dentro del acuerdo de paz entre Gobierno y FARC EP.
El Contexto
Pese a la bonanza petrolera en el departamento de Arauca que dio inicio a mediados de los 80s y que se extendió hasta el 2015[1], El Estado nunca brindo la inversión social, la protección y ni las garantías de vida a las comunidades, por el contrario, le otorgó estas condiciones a los inversionistas y multinacionales del petróleo que iniciaron la depredación del territorio.
Esta ausencia del Estado en los territorios alejados de las grandes urbes propició durante los años 80 y 90 una bonanza, producto de la siembra de cultivos de uso ilícito.
Frente a la militarización y la expropiación de recursos naturales por parte de las multinacionales, las comunidades del departamento optaron por llevar a su cotidianidad la siembra de coca para obtener algún ingreso y con ello la oportunidad de mejorar las condiciones materiales negadas por el Estado durante más de tres décadas.
El país vivió los periodos presidenciales de Álvaro Uribe Vélez, (2002 – 2006 y 2006 – 2010), sufrió el rumbo de la seguridad democrática con la inserción de los paramilitares en la vida pública y una clara política de desaparición y persecución al pueblo colombiano con el pretexto del ataque a la insurgencia en el país.
Este escenario también se desarrolló en Arauca, con el agravante de la fumigación con glifosato, sin la más remota posibilidad de evaluar los efectos de este herbicida en la salud de los pobladores, así como el impacto ambiental, social, económico y de derechos humanos que la aspersión dejo tras la eliminación de los cultivos de pan coger mientras trataban de fumigar la coca.
Para la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en su informe: Colombia, Monitoreo de Cultivos de Coca de 2007[2] en el periodo establecido entre 2001 y 2006 los cultivos de coca en Arauca oscilaron entre las 2749 y las 1306 hectáreas, en este se puede evidenciar una disminución importante de las hectáreas de cultivos de usos ilícito, en los dos primeros años del gobierno de Álvaro Uribe Vélez y su política de fumigación, que disminuyo en un 80,4 % las hectáreas cultivadas pasando de 2749 a 539 hectáreas.
Aunque en el informe se evidencia la disminución de los cultivos. Un año después estos habían aumentado en un 188%, se desconoce si efectivamente el glifosato los elimino o simplemente las hectáreas fumigadas pertenecían a cultivos de pan coger, que trajeron consecuencias ambientales, económicas, sociales dejaron daños incalculables en las comunidades[3][4][5].
¿Pero quién la erradicó?
La fuerte militarización, la incursión de grupos paramilitares, las fumigaciones y aspersiones con glifosato desencadenaron en los campesinos de Arauca junto con las Organizaciones Sociales (Asociación Departamental de Usuarios Campesinos de Arauca -ADUC-, Juntas de Acción Comunal, Cooperativa Agropecuaria del Sarare -COOAGROSARARE-) la realización de una campaña y eventos que permitieron analizar y reflexionar sobre el impacto social, económico, ambiental, político y de derechos humanos de los cultivos de uso ilícito en el departamento. A partir de ello, se toma la decisión de asumir la tarea de erradicar de manera voluntaria y consciente los cultivos de coca que aún persistían en su departamento, retornando a la cultura agrícola y pecuaria y dejando así al gobierno nacional sin argumentos para continuar con la represión contra los pobladores y la contaminación de sus campos.
Con un pliego las comunidades exigían el Mejoramiento de la producción y la comercialización agropecuaria, la elaboración del plan de alivio a deudores morosos en las entidades crediticias, el Mejoramiento en la prestación de los servicios públicos, el mejoramiento de la infraestructura vial, el mejoramiento de la atención en salud y de la calidad y cobertura en la educación, la defensa de la soberanía alimentaria, el respeto y garantía de los Derechos Humanos y la conservación del medio ambiente[6].
Al finalizar esta campaña en 2012, según las organizaciones sociales y campesinos se redujo de 1038 a 80 hectáreas [7]. Esta afirmación también se sustenta en carta enviada por los representantes a la cámara de Representantes de Arauca Néstor Homero Cotrina y Cesar Humberto Londoño Salgado al Brigadier General Álvaro Caro Meléndez director Antinarcóticos donde textualmente expresa: “Efectivamente se ha desarrollado un importante programa de erradicación manual, el cual ha permitido erradicar cerca del 95% de los cultivos ilícitos existentes e implementar una política de sustitución por cultivos de yuca, plátano, cacao, maíz y pastos” en el municipio de Fortul.
La efectividad de esta iniciativa popular se puede evidenciar en los informes de la ONODC quienes en el 2013[8], destacaron una disminución de los cultivos de usos ilícito en Arauca
Para diciembre de 2012 este informe destaca la eliminación de 1225 hectáreas dejando al departamento con tan solo 81 hectáreas sembradas, datos que concuerdan en los testimonios aportados por las comunidades y organizaciones.
Para el periodo 2013 – 2016 esta misma oficina referencia en su informe de 2017[9] la eliminación de los cultivos uso ilícito en el departamento, cifras que contrastadas a las del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito-PNIS dejan en duda la existencia de las aproximadas 379 hectáreas de coca y erradicación y la supuesta declaración de Arauca libre de cultivos ilícitos gracias a los programas del Estado y del proceso de paz entre las FARC EP y el Gobierno Nacional.
Nosotros la Erradicamos
Ante el desconocimiento del Estado y las instituciones de esta gran campaña que permitió la erradicación de la coca de su territorio las organizaciones sociales adscritas al el Movimiento Político de Masas Social y Popular del Centro Oriente de Colombia y las organizaciones sociales que vivieron y realizaron el proceso de erradicación voluntaria en los años 2007 – 2012 adelantaran una campaña que visibilice esta acción popular por exterminar de la coca de su territorio, discutir los pliegos y peticiones que en su momento realizaron a los entes y entidades departamentales y nacionales, para nuevamente exigir ese reconocimiento el cumplimiento de lo pactado. 11 años después las organizaciones quieren decirle al pueblo colombiano que: “Nosotros la Erradicamos, cambiamos la coca por la vida”.
Original: https://trochandosinfronteras.info/nosotros-la-erradicamos-cambiamos-la…
[1] Arauca y el Petróleo – Libardo Sarmiento, Fundación Paz y Reconciliación
[2] United Nations Office on Drugs and Crime, Colombia: Coca Cultivation Survey 2007 (http://www.unodc.org/pdf/research/icmp/colombia_2006_en_web.pdf)
[3] Las fumigaciones en Arauca sólo afectan a los campesinos, con consecuencias ambientales, en salud y los cultivos agroalimentarios
[4] Fumigaciones y política de drogas en Colombia: ¿fin del círculo vicioso o un fracaso estratégico?
[5] Acusan al operativo de fumigación “Luna Roja” de afectar a las cuencas, potreros y alimentación
[6] En Arauca los campesinos dicen NO a los cultivos de uso ilícito
[7] En el departamento de Arauca solo quedan unas ochenta hectáreas de coca
[8] Colombia, monitoreo de cultivos de Coca 2012 – Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito
[9] United Nations Office on Drugs and Crime, Colombia: Coca Cultivation Survey 2012 (https://www.unodc.org/documents/crop-monitoring/Colombia/Colombia_Coca_…)