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30/03/2012

Hoy 29 de marzo tuvo lugar una movilización de trabajadores de la refinería de Cartagena por las calles de la ciudad turística. Alrededor de una millar de personas participaron de la protesta entre el castillo de San Felipe y la Plaza de la Paz. Diversos sindicatos y centrales obreras apoyaron la movilización y expresaron su solidaridad con los trabajadores en paro desde el día 14 de marzo de la refinería de Cartagena.  Los trabajadores acudirán mañana al lugar de trabajo para comprobar si CB&I permite la entrada de los obreros despedidos y los llamados a descargos.

 

 

Obreros de la refinería de Cartagena bloquean el acceso al complejo industrial de Mamonal

Más de 500 obreros de Reficar bloquearon la mañana del 28 de marzo el acceso a la refinería de Cartagena con el objetivo de protestar por el incumplimiento de CB&I de reversar el despido de más de 120 trabajadores que iniciaron un paro el 14 de marzo.

 

La acción consistió en el bloqueo de tres puntos de acceso al complejo industrial de Mamonal: variante de Mamonal, la entrada de Turbana hacia Abocol planta sur y la entrada principal de la refinería. Los bloqueos se mantuvieron desde las 5.30 am hasta casi las 9 am y afectaron a empresas como Argos, Petroquímica, Propilco, Exxon Mobil, Texaco, Abocol, Refisal, el muelle de Ecopetrol y la refinería. La protesta afectó a gran parte de las 136 empresas de la zona que generan el 8,04 % del PIB del país.

Durante los bloqueos agentes antidisturbios del Esmad lanzaron gases lacrimógenos y bombas aturdidoras para dispersar a los manifestantes que habían bloqueado las vías con palos, piedras y llantas ardiendo. El capitán del Esmad manifestó que la orden de Bogotá era desbloquear la vía y advirtió que la nueva Ley de Seguridad Ciudadana tipifica como delito el taponamiento de una carretera.

 

Incluso los trabajadores se vieron sorprendidos cuando tras pactar que realizarían una marcha por un carril de la vía, los agentes atacaron desconociendo ese acuerdo entre la USO y los mandos del Esmad.

Los trabajadores insisten en que CB&I incumple sus acuerdos de reintegrar a todos los despedidos y que el alcalde de la ciudad, Campo Elías Terán, y el gerente de Reficar, Orlando Cabrales, tienen que hacer valer su palabra ante ese compromiso.

La junta directiva de Ecopetrol se reunió para tratar el problema y la Unión Sindical Obrera convocó a las 17 subdirectivas del sindicato en todo el país para apoyar la movilización en Cartagena. Para los días siguientes hay previstas nuevas movilizaciones.

El sindicato asevera que no se sentará en una mesa con la empresa hasta que no retire las cartas de despido.

 

Rodolfo Vecino, presidente nacional de la USO, se dirige a los trabajadores tras la jornada de protesta:

CB&I incumple compromiso tomado ante el alcalde de Cartagena en la refinería

Hoy lunes 26 de marzo la empresa contratista del proyecto de ampliación de la refinería de Cartagena, CB&I, reversó el compromiso tomado el sábado frente al alcalde de Cartagena, Campo Elías, de dejar sin efecto el despido de más de 100 obreros. Los trabajadores en paro asumieron la vuelta a las labores pero desistieron de esa intención tras comprobar la postura de la administración de CB&I en la mesa de negociación instalada en el día de hoy en la refinería. La discusión entre representantes de los trabajadores en paro y la Unión Sindical Obrera con la empresa se encalló todo el día en el desconocimiento por parte de CB&I del compromiso adquirido.

Tras 10 días de conflicto en la refinería de Cartagena la empresa se compromete a instalar mesa de negociación

El 14 de marzo unos 1.200 trabajadores de la refinería de Cartagena se declararon en asamblea permanente y paralizaron sus labores en el proyecto de ampliación y reparación de las instalaciones petroleras de la capital del departamento Bolívar. Tras 10 días de anormalidad laboral y diversas movilizaciones tanto en el lugar de trabajo como en la ciudad, el alcalde Campo Elías se reunió con las partes en conflicto e intermedió para que la empresa se comprometiera a instalar una mesa de negociación que posibilite el acercamiento de las posturas. La mesa se instalaría el lunes 26, el mismo día que la Unión Sindical Obrera (USO) y los trabajadores convocan una movilización con ruido de ollas vacías. «La empresa no ha querido resolver el problema de los trabajadores, que es de salario; la USO se movilizará en una marcha de ollas porque se está atentando contra la comida», declará el presidente nacional del sindicato petrolero, Rodolfo Vecino. Esa actuación de la alcaldía llegó en un momento de alta crispación ya que de los 600 trabajadores que se mantenían en asamblea permanente —el resto fue volviendo a sus puestos de trabajo— 250 fueron llamados por la empresa a descargos y unos 100 fueron despedidos. La primera exigencia del sindicato fue la readmisión de los despedidos y el fin de las represalías contra quienes han protestado. Incluso la empresa ha llamado a descargos a personal que se ha mantenido en su lugar de trabajo y no ha secundado las protestas. La movilización obrera por las calles de la ciudad del pasado jueves 22 de marzo obligó al alcalde a intervenir en el conflicto y así el sábado 24 se ha conseguido el compromiso de que CB&I no efectúe los despidos.

Mañana domingo tiene lugar una asamblea de trabajadores que decidirá sobre el camino a seguir en este conflicto y su posición respecto a la mesa de negociación y las próximas movilizaciones.

Origen de las protestas

El origen de estas protestas es la denuncia del colectivo de trabajadores del incumplimiento de los acuerdos de octubre de 2011 relacionados con el pago de unos bonos de producción. La Unión Sindical Obrera afirmaba en una de sus comunicaciones del inicio de esta protesta: «Era una bomba que algún día les iba a estallar y se demoró mucho». La discriminación frente a trabajadores extranjeros fue la gota que colmó el vaso de la paciencia obrera: « (…) compañeros despedidos canjeándolos por trabajadores extranjeros que triplicaban sus salarios bajo las mismas actividades y que sólo necesitaban el pasaporte para así reemplazarlos por los nuestros; no escatimaron gastos de ninguna índole, por el contrario lujosos hoteles y comidas a la carta para ellos, pero para los de la región solo maltratos, persecuciones, miedo, terror y amedrentamientos de toda índole, así se daba el fuete al trabajador y a aquel que necesitaba ir al baño sin permiso del supervisor quedaba automáticamente despedido sin justificación, Reficar patrocinaba estas prácticas y CB&I copiaba la tarea de forma ordenada».

Vecino informa que más de 300 trabajadores no colombianos tienen salarios de entre 5.000 y10.000 dólares mensuales mientras el máximo de un colombiano son 3 millones de pesos (unos 1.700 dólares). Además de la discriminación, «esos salarios no se corresponden con la riqueza que esos trabajadores le generan al país».

Laberinto empresarial

El presidente nacional del sindicato afirma que las condiciones salariales de los trabajadores en la refinería están por fuera de la convención colectiva de Ecopetrol porque «de manera tramposa la empresa evita tener más del 50 % de la propiedad de Refinería de Cartagena S.A. (Reficar) para no aplicar esa convención». Reficar es propiedad al 100 % del Grupo Empresarial Ecopetrol pero su composición accionarial está dividida en Ecopetrol 49 % y Andean Chemicals 51 %.

Esto sucede porque Reficar se creó a partir de la unión de Ecopetrol y la suiza Glencore en 2006 (con el 51 % del proyecto) y después de tres años Glencore decide vender sus acciones a Ecopetrol para retirarse del proyecto de ampliación de la refinería de Cartagena. Sin embargo esa recompra la ejecutó otra empresa del grupo Ecopetrol, Andean Chemicals.

Adicionalmente, Reficar adjudicó a la firma CB&I (Chicago, Bridge and Iron) el contrato para desarrollar la ingeniería, la construcción, la procura y la contratación de mano de obra del proyecto de expansión y modernización de la refinería de Cartagena. Así, Reficar subcontrata a los trabajadores a través de la empresa estadounidense.

Vecino afirma que Reficar no respeta el derecho de organización sindical y desde que se inició el proyecto no deja entrar a dirigentes de la USO a las instalaciones para dialogar con sus afiliados y no acepta al sindicato como representante de los trabajadores.

Propuestas de solución

La inversión global del proyecto para la refinería supera los 3,8 millones de dólares y consta de 12 nuevas plantas. Reficar sostiene que se convertirá en la refinería más competitiva de la cuenca del Caribe al pasar de una capacidad instalada de 80.000 barriles diarios a 165.000. La entrega está calculada para finales de 2013.

Rodolfo Vecino manifiesta que este proyecto le ha costado muchos esfuerzos al sindicato en la década del 90 —incluso el asesinato de sindicalistas como Aury Sará— y no está sirviendo para lo que querían ya que no deja inversión social ni empleo. El proyecto se materializó tras la propuesta de la USO en un pliego de peticiones en 1997 donde solicitaba que la refinería tuviera condiciones de competencia por su obsolescencia. El objetivo era que los trabajadores de la región pudieran acceder a un trabajo digno en esta fase de ampliación.

La USO mantiene que la propuesta de solución del conflicto es el cumplimiento del acuerdo sobre los bonos de productividad y que cesen los maltratos de los capataces y mejoren las condiciones respecto a alimentación o seguridad e higiene laboral. Según Vecino, «la refinería debía tener un desarrollo petroquímico que generara una cadena productiva para el sector industrial de la ciudad que consiguiera desarrollo y empleo para la región; vemos que los proyectos se desarrollan a espaldas de las comunidades y tienen una deuda social con las poblaciones marginadas que se encuentran incluso alrededor de la zona de influencia de la refinería».

Al respecto de la próxima Cumbre de las Américas que tendrá lugar en la ciudad de Cartagena, el presidente de la USO concluye: «Es lo de siempre: la Cumbre de las Américas es un proyecto liderado por los Estados Unidos y donde no hay una agenda que realmente represente beneficios sociales para el país. La ciudad se está gastando un presupuesto muy importante que podría ser usado para restituir la dignidad a la otra Cartagena, no la turística, sino la llena de miseria y necesidades. No se justifica que se invierta tanto dinero mientras hay tanto desempleo y hay niños muriendo de hambre».

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