Projet Accompagnement Solidarité Colombie

Justicia y Paz : Choco

Las comunidades del Chocó

Luego de unos quince años de lucha, las comunidades en resistencia civil de las cuencas de Jiguamiandó y de Curvaradó lograron que la Corte Constitucional emitiera una sentencia ordenando la devolución de sus tierras, que estaban siendo ilegalmente ocupadas para desarrollar proyectos de mega plantaciones de palma africana. Luego de su primer desplazamiento en 1.997 y del reconocimiento de su título colectivo de propiedad en 2.001, las comunidades de Jiguamiandó y de Curvaradó se organizaron en Zona Humanitaria y en Zona de Biodiversidad, dotándose de mecanismos de acompañamiento nacional e internacional.  

Los abogados et las abogadas de la comunidad lograron documentar los lazos entre esos proyectos de “desarrollo”, financiados por el Estado colombiano y los programas de ayuda internacional, y las estructuras paramilitares que se encuentran aún hoy en esas zonas. La lucha contra el cultivo masivo de la palma africana se convirtió, luego de varios años de contestación, en una lucha nacional centrándose en la restitución de las tierras a las comunidades campesinas víctimas de los crímenes paramilitares. Recordemos que el gobierno del presidente Santos, en un esfuerzo por diferenciarse de su predecesor, Álvaro Uribe, mantiene un discurso favorable a la restitución de las tierras, pero sus prácticas lo contradicen. A pesar de la orden de la Corte Constitucional, las plantaciones de palma continúan.

Sobre el terreno, esas contradicciones entre discurso y realidad se viven cotidianamente, entre invasión de las tierras, amenazas de muerte y judicialización de la protesta social. Veamos cómo se llevan a cabo esos mecanismos de represión:

Criminalización: 

Una serie de montajes judiciales contra reconocidos líderes de los Consejos Menores que viven en las Zonas Humanitarias y en las Zonas de Biodiversidad de Curvaradó y de Jiguamiandó ha sido puesta en práctica por los empresarios de la palma acusándolos continuamente de pertenecer a las FARC-EP. Esta estrategia de judicialización tiene dos objetivos, el primero es el de evitar que los y las representantes de las comunidades rindan testimonio contra esos mismos empresarios ante los juzgados; el segundo, sembrar dudas sobre la legalidad del derecho de las comunidades campesinas a sus tierras.

Presencia paramilitar:

Desde mediados de abril de 2.011, las tropas paramilitares armadas de fusiles AK-47 se encuentran nuevamente haciendo presencia en los alrededores de los territorios de las comunidades en resistencia. La presencia paramilitar se hizo un poco más discreta luego del proceso de “desmovilización” en 2.005. Los paramilitares siempre han hecho presencia, pero habían preferido la discreción, vestidos de civil y equipados de armas cortas y de radio.  

Recolonización del territorio: 

A mediados de diciembre de 2.010, más de 200 hectáreas del territorio de Curvaradó fueron ocupadas ilegalmente por invasores protegidos por los paramilitares. Dichos invasores son mayoritariamente campesinos originarios de otras regiones, quienes, por lo tanto, no se encuentran militando en el seno de los procesos de resistencia campesina, pero que están dispuestos a aceptar proyectos de “desarrollo”. El objetivo de esas tomas de territorio es, entre otros, el de “restituir” las tierras a las comunidades dispuestas a negociar con los empresarios de la palma. Pareciera que representantes de compañías bananeras estuvieran detrás de esta nueva fase de ocupación de tierras. Aunque una resolución de desalojo de los ocupantes ilegales fue promulgada, ésta no ha sido aplicada dado que la policía de la región de Urabá dice no contar con la capacidad en términos de efectivos para proceder al desalojo.

Historia de un desplazamiento forzado :

En 1.997, con el pretexto de la presencia de la guerrilla de las FARC-EP en la región, se llevó a cabo una vasta operación militar en el Departamento del Chocó, llamada “Operación Génesis”, por parte de la Brigada XVII del Ejército Nacional, comandada por el General Rito Alejo del Río Rojas. Mientras los helicópteros del ejército bombardeaban la región, grupos de paramilitares identificados como AUC (Autodefensas Unidas de Colombia) efectuaban incursiones armadas en las zonas donde vivía la población civil. La orden perentoria era de abandonar las tierras. Los paramilitares procedieron a masacrar parte de la población y a quemar casas y cosechas. Las comunidades del río Jiguamiandó, las de Curvaradó y del Cacarica figuran entre las centenas de comunidades que debieron, de esa manera, huir de sus veredas y corregimientos, no portando con ellos que el vestuario que llevaban puesto. Hoy, casi 15 años después, todos los crímenes cometidos durante la operación “Génesis” se encuentran en la mas absoluta impunidad.

Historia de una lucha por la Vida y el Territorio:

Durante el tiempo que fueron desplazadas, las comunidades debieron vivir en la periferia de las ciudades, en condiciones inhumanas, amontonadas en establecimientos temporales, dependiendo de la ayuda alimentaria, muchas veces insuficiente. Sin conocer sus existencias mutuas, las comunidades afrocolombianas y mestizas de Jiguamiandó y del Cacarica comenzaron progresivamente a organizarse con el fin de poder efectuar el regreso a sus territorios respectivos.

Hacia el final del año 1.999 y comienzos del 2.000, en diferentes etapas, las comunidades retornan, por fin, a sus tierras ancestrales. Las comunidades del Jiguamiandó tal como las de Cacarica se reafirman en tanto que población civil en resistencia. Esas comunidades reclaman su derecho a la Vida, al Territorio, a la Autodeterminación, a la Libertad, a la Justicia y a la Dignidad. Ellas han debido desarrollar mecanismos de protección con el fin de poder seguir la resistencia civil en medio del conflicto armado: en el Cacarica dos “Zonas Humanitarias” fueron creadas al igual que tres de esas mismas zonas en Jiguamiandó, las comunidades de Curvaradó, en parte acogidas en los territorios de Jiguamiandó, crearon luego dos nuevas Zonas Humanitarias en sus territorios (en abril y en octubre de 2.006). Las “Zonas Humanitarias” son lugares físicamente delimitados donde varias comunidades se reagrupan para vivir juntas. Ellas permiten distinguir a la población civil en medio del conflicto armado con el objetivo de no dejarse involucrar dentro del mismo por ninguna de las partes combatientes. Las comunidades se oponen tanto a la explotación de los recursos naturales de sus territorios como a un modelo de desarrollo impuesto por la fuerza. Las comunidades de Jiguamiandó, tanto como las de Cacarica, desean seguir viviendo libremente en sus territorios, practicando la agricultura de subsistencia tradicional y escogiendo ellas mismas los mecanismos para sus propios proyectos de desarrollo.

En junio de 2.006, se calculaba en aproximadamente 15.000 hectáreas la selva de las cuencas de Jiguamiandó y de Curvaradó que había desaparecido, dejando lugar a la monocultura de la palma africana, de un territorio sobre el cual las comunidades habían, no obstante, recibido un título colectivo legal según la ley 70, la cual buscaba proteger los territorios ancestrales de las comunidades afrocolombianas. En el caso de las comunidades de CAVIDA en Cacarica, Departamento del Chocó, la empresa Maderas del Darién corta ilegalmente inmensas cantidades de madera de construcción de gran calidad sobre el territorio colectivo de las comunidades.

 

Colombia
CO

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Ocupación Paramilitar de predios colectivos en Curvaradó

16 Abril 2011

“Lo que nos pase es responsabilidad del Estado colombiano“ son las palabras que expresaron ante Contagio Radio los habitantes de Curvaradó, debido al desconocimiento por parte del Estado Colombiano a las medidas de protección de los afromestizos.

No hay garantías para la restitución de predios colectivos

Amenazas de muerte y nueva estrategia paraempresarial.

19 Enero 2011


Ocupantes de mala fe reciben ayuda de damnificados por el invierno

Más de 200 hectáreas se encuentran ocupadas por invasores patrocinados por paramilitares asentados a menos de dos minutos de la presencia de la brigada 17 en Brisas de Curvaradó. Se conoció que empresarios bananeros en Curvaradó se encuentran estimulando esta ocupación de mala fe.

Igualmente se han desviado las ayudas para los damnificados recepcionadas por la alcaldía de Carmen de Darién a los ocupantes de mala fe.

Plan de atentado a defensor de derechos humanos y prosigue alimentacion a procesos judiciales contra afros

1 Diciembre 2010

Entre tanto, se conocieron nuevos elementos que indican que continúa armándose una estrategia judicial, fomentada por los empresarios beneficiarios del paramilitarismos, ex militares e integrantes activos de la fuerza publica para que se prive de la libertad a reconocidos líderes de los consejos menores que habitan en las Zonas Humanitarias y Zonas de Biodiversidad de Curvaradó y Jiguamiandó.

Ordenes de captura contra lideres y liderezas de Zonas Humanitarias y Zonas de Biodiversidad y a defensores de derechos humanos, por montaje judicial.

29 Octubre 2010

Hoy 27 de octubre en horas de la madrugada una fuente de alta credibilidad informó a nuestra Comisión de Justicia y Paz de la expedición de entre 15 y 20 ordenes de captura contra integrantes de los consejos menores de Curvaradó y Jiguamiandó que habitan Zonas Humanitarias y Zonas de Biodiversidad como responsables de los asesinatos de MANUEL MOYA LARA, GRACIANO BLANDON y su hijo cometidos por parte de la guerrilla de las FARC en diciembre pasado.

Operaciones militares en la Zona humanitaria del Cacarica

10 Octubre 2010

[Comisión de Justicia y Paz-> http://justiciaypazcolombia.com/Desconocimiento-del-derecho]

Informe Cacarica : Desconocimiento del derecho humanitario

Operaciones terrestres al interior de la Zona Humanitaria "Nueva Esperanza en Dios", ubicadas en el territorio de Cacarica y el desarrollo de operaciones a aéreas a baja altura generaron zozobra sobre los afrocolombianos que allí habitan e igualmente en el caserío de Nueva Vida.

Operación de tipo paramilitar en el Curvaradó

16 Julio 2010

Las actuaciones de tipo paramilitar se han desarrollado contra habitantes de las Zonas Humanitarias de Andalucía, Caño Manso, Caño Claro, Caracolí y la de “Argenito Díaz” en Llano Rico con una misma línea de operación en las que se intimida, hostiga, amenazan de muerte, señalan y continúan ocupando predios colectivos de los consejos menores de Curvaradó.

"Pagaron 5 millones de pesos para que nos asesinaran porque somos la piedra en el zapato"

9 Junio 2010

Medios

Verdad Abierta

El Gobierno casi les entrega miles de hectáreas a quienes cientos de desplazados de la cuenca de Curbaradó, en Chocó, señalan como sus victimarios. Indignada, Ligia María Chaverra cuenta su tragedia.

Los hechos de violencia que ocurrieron en las cuencas de Curbaradó y Jiguamiandó en Chocó y la posterior ocupación ilegal del territorio por empresas palmicultoras a finales de los 90 volvieron a ser noticia en los últimos días.

Falsa entrega de tierras en el Curvaradò

19 Mayo 2010

Todo parece indicar que mientras los empresarios agroindustriales pagan para asesinar los defensores de derechos humanos, los funcionarios del gobierno legitimizan la ocupación ilegal de las tierras de las comunidades. El ministerio del interior ha respaldado a un consejo impuesto por los empresarios en cabeza de Germán Marmolejo, y se quiere responsabilizar los problemas de la cuenca a organizaciones nacionales e internacionales, que los empresarios han querido sacar del territorio.

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