Desde la ruptura de las conversaciones entre la guerrilla de las FARC y el Gobierno Nacional, los campesinos e indígenas que han habitado los departamentos del Meta y Caquetá han sido sometidos a una persecución cruenta que arroja el saldo de más de 1000 familias desplazadas en la región del Ariari, más de 300 crímenes, que se han configurado en Crímenes de Lesa Humanidad pues las estructuras responsables son las mismas –militares-paramilitares- con